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Circula incuestionada la versión de que los cubanos llegados a Miami poco después de 1959 eran todos educados, acaudalados, religiosos y amantes de la democracia. Hubo de todo. También llegaron los que vivían de oficios, como barberos, mecánicos, pequeños agricultores, y muchos más.

Cubanos de diferentes estratos socioeconómicos se exiliaron temprano motivados en parte por ideales; algunos no querían, por ejemplo, que sus hijos se educasen bajo el marxismo ateo. Entre los acaudalados hubo muchos que dejaron el país insular por haber perdido sus industrias, comercios y fincas.

Si el gobierno castrista se hubiese limitado a expropiar solamente las empresas multinacionales y los latifundios baldíos, no pocos empresarios y terratenientes se habrían quedado en la patria. Después de todo, en Cuba no había democracia desde 1952, fecha en que Fulgencio Batista le dio un golpe de Estado al presidente constitucional, Carlos Prío Socarrás, y a muchos ricos no les importaba demasiado. Fulgencio Batista respetó la propiedad privada.

De modo que en la sexta década del siglo XX ya hubo emigrantes económicos. También emigraron profesionales que perdieron la práctica privada de la medicina, arquitectura, ingenierías, leyes y demás profesiones liberales.

Prevalece la impresión de que los cubanos salidos por el Mariel, año 1980, eran delincuentes comunes y locos del hospital Psiquiátrico de La Habana, conocido como Mazorra. En realidad, la mayoría de los que vinieron por esa vía eran honestos y cuerdos. Muchos llegaron lo suficientemente jóvenes como para enrolarse en universidades y hacerse de profesiones o de carreras técnicas. Hay muchas historias de “marielitos”, como les decían, que han vivido el sueño americano gracias a sus esfuerzos por progresar en el país de las grandes oportunidades.

Otro mito fue pensar que, con el triunfo de la revolución, la gente se pasaba la vida llorando por las escaseces y la opresión política. Lo cierto es que el ser humano cuenta con mecanismos psicológicos de defensa para sobreponerse a situaciones penosas. Eso explica que en Cuba siguiese habiendo fiestas y bailes, aunque las celebraciones se hiciesen con medios modestos; y nunca faltaban los chistes.

Por supuesto que las remesas de dólares ayudaron por varias décadas a que sus destinatarios mejorasen su nivel de vida. Esas remesas comenzaron en 1994, cuando el gobierno de Cuba despenalizó la tenencia de divisas. También produjo alivio el permiso para que los cubanos que habían emigrado pudiesen visitar familiares en Cuba; eso comenzó a partir de 1979.

Los cubanos que recibían ayuda del exterior ayudaban a los que no la recibían, pagando por servicios de cocinera, empleada de limpieza y lavado de ropa, por ejemplo.

Con el paso del tiempo siguieron llegando a Estados Unidos cubanos cada vez en mayor número. Los llegados en tiempos lejanos los despreciaban por considerarlos mal educados y migrantes puramente económicos, sin ideales elevados. Nada más falso. En la ex Perla de las Antillas se mantuvo la educación primaria, secundaria y universitaria. En Cuba no faltaban bibliotecas, teatros, cines y clubes juveniles con acceso a la intranet, redes internas; la conexión a internet exigía pago. Había música clásica y ballet, así como museos. De modo que, a pesar del empobrecimiento, todavía existían cubanos educados en la Isla. Los que llegan ahora a Miami en busca de mejores condiciones de vida, también desean que en su patria la gente pueda opinar sin caer presa; no son emigrantes puramente económicos, o sea, carentes de aspiraciones democráticas.

Ahora bien, a partir del año 2019 todo se fue complicando y el gobierno proclamó un nuevo período especial. La situación ha llegado a extremos tales que apenas hay servicio eléctrico, gasolina, comida, medicinas. Cuba se ha convertido en un Estado fallido del que no se vislumbra cómo saldrá de ese atolladero.

Comments from readers

concepcion prado - 08/13/2025 01:24 PM
Gracias muy buena reflexion, bendiciones
Felipe Barreda - 08/13/2025 08:48 AM
For all the talk about how we Cubans hate communism and Fidel Castro, we are the largest group of people propping up that government through remittances. I understand that family wants to help family. I can't imagine how painful it is to stand by while parents, siblings and children are starving in Cuba but if we want change we have to make hard choices and while we vacilate in our indecisiveness, the Cuban government, Cuban military and GAESA are reaping in billions of dollars with each remittances sent there which by the way are invested in hotels and in off shore banking accounts. Not one cent for the Cuban people.
Rose Anderson - 08/11/2025 10:12 PM
“For I was a stranger, and you welcomed me” Jesus.
Rolando Diaz - 08/11/2025 07:09 PM
Excellent commentary with one exception. The early newcomers did not despise the people that came during Mariel. I'm sure some did but, not a majority.
George Tamargo - 08/11/2025 06:03 PM
What you have posted is true. And you will not find many to disagree. I as a Cuban Exile from the peter pan say is time to realize that the Island is not the authoritarian Government in power. We need to start looking at the island as our extended family, family that needs our assistance. The idea/experiment that the island is a pressure cooker that one day will explode and rid the authoritarian Government out is proven false. Why do we catholic'ss continue expecting a avoidedable blood bath in Cuba while cooperation might solve more in the time we have wasted for the last 76 years .
Josefina A Gonzalez - 08/11/2025 06:01 PM
CONGRATULATIONS!! You are 100% correct, and why we are so mean to newcomers baffles me. But then again, we forget to follow our greatest example, Jesus. As a Cuban from Los Vuelos de la Libertad, I have seen our prejudice among ourselves, and we continue to do it (like putting down Hialeah). May God keep blessing you to keep spreading truths.
Ellie - 08/11/2025 06:00 PM
Excelente Padre Barrios! LLegué en el 1968.

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